Nos alojamos aquí las primeras 3 noches y algunos días más tarde de nuevo por 2 noches. Nos gusta este lugar agradable, tranquilo y limpio donde relajarse en el jardín bajo los árboles. Está situado sobre el acantilado. La cercana Playa Quemaito es un lugar seguro para nadar. Las habitaciones están muy limpias, más espaciosas que las habitaciones estándar domonican. Susanna Knapp dueña de este lugar nos mimó con excelentes cenas. Nos gustaría volver al Hotel Casablanca.